Instagram conecta una vasta red de pedófilos

En una investigación conjunta realizada por The Wall Street Journal y los investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad de Massachusetts Amherst, se reveló que Instagram, la plataforma de redes sociales propiedad de Mark Zuckerberg, está sirviendo como un centro para “conectar y promover una vasta red de cuentas dedicadas abiertamente a la comisión y compra de contenido sexual de menores”

A diferencia de los foros tradicionales y los servicios de transferencia de archivos asociados con contenido ilícito, los algoritmos de Instagram fomentan activamente y recomiendan tales actividades, conectando eficazmente a pedófilos y guiándolos hacia vendedores de contenido, informó el WSJ.

Los investigadores descubrieron que Instagram permite a los usuarios buscar hashtags explícitos, como #pedowhore y #preteensex, conectándolos con cuentas que anuncian “material sexual infantil en venta”.

Estas cuentas a menudo afirman ser operadas por los propios niños y utilizan nombres de usuario abiertamente sexuales. En lugar de publicar abiertamente contenido ilícito, estas cuentas ofrecen “menús” de contenido disponible, a veces invitando a los compradores a solicitar actos específicos. Sorprendentemente, algunos de estos menús incluso incluyen precios para videos de niños haciéndose daño a sí mismos y participando en “actos sexuales con animales”, según el Observatorio de Internet de Stanford.

“Por el precio adecuado, los niños están disponibles para ‘reuniones en persona’”, agregó el WSJ.

La promoción de contenido sexual de menores en Instagram viola tanto la ley federal como las reglas establecidas por Meta (anteriormente conocida como Facebook). En respuesta a las consultas de The Wall Street Journal, Meta reconoció los problemas dentro de sus operaciones de cumplimiento y estableció un grupo de trabajo interno para abordar estas preocupaciones.

La base de usuarios de Instagram ha estado creciendo constantemente desde su lanzamiento en 2010. Facebook compró Instagram por $1 mil millones en 2012.

En muchos países, la distribución, posesión y promoción de material de abuso sexual infantil son delitos penales, incluido Estados Unidos. Si se descubre que una empresa de redes sociales está facilitando o promoviendo conscientemente dicho contenido, puede enfrentar consecuencias legales, incluyendo multas y otras sanciones. Además, sus plataformas pueden estar sujetas a investigaciones y posibles cierres o restricciones.

“Desearía que las masas (que no son imbéciles pedófilos) comprendieran la verdadera magnitud de este problema. Es mundial, en todas las ciudades, respaldado por poderosas fuerzas y empeorando. No es una “teoría de conspiración”, es un hecho y llega hasta la cúspide. Hay una razón por la que estamos presenciando un intento de normalizar la sexualización de los niños en escuelas e instituciones”, escribió Josh.

Congresista Marjorie Taylor Greene